Recuerdo bien cuánto le
costó a mi abuelo entender que para llegar a donde quiero llegar era
necesario trabajar sin cobrar. ¿Cómo va a ser eso? ¿Con una
carrera ya terminada... cómo vas a trabajar sin ganar ni un euro?
Admito que a mí también me resultó difícil comprenderlo al
principio.
Empecemos por lo básico.
Cuando alguien finaliza su carrera en empresariales, derecho,
publicidad, medicina... espera que, tarde o temprano, consiga un
trabajo remunerado. Quizás esté dispuesto a realizar prácticas
unos primeros meses para poner una línea en su CV. No obstante, esa
pasantía se entiende, al menos, modestamente pagada.
El mundo de la ONU, otras
organizaciones internacionales y grandes ONG's es muy diferente.
Tomemos el paradigma de Naciones Unidas como ejemplo básico.
En la ONU los puestos de
trabajo se dividen básicamente (sin contar los de las misiones de
paz) en puestos como personal de la ONU, consultores y pasantes. Esto
es una manera muy simplificada de enfocarlo; la cosa se complica con
expertos, puestos políticos, jueces internacionales, voluntarios de
NNUU, etc...
Dentro de los puestos
como personal de la organización encontramos diferentes tipos y
rangos.
Primero, los “G”: se
tratan de puestos administrativos en general. Van desde conductores
hasta secretarios. No obstante, también incluyen a profesionales con
carrera universitaria que trabajan en su propio país. También están
numerados hasta G-7, siendo éste el rango superior. De modo que; por ejemplo, un
abogado local trabajando para la unidad de Estado de Derecho del Alto
Comisionado de Derechos Humanos en Camboya, puede ostentar un puesto
G-6 o G-7, por ejemplo.
Las posiciones “P”
deben su nombre a “Profesional”. Se tratan de profesionales con
carrera universitaria y experiencia laboral, en su mayoría
internacionales; es decir, trabajando en países distintos del suyo
(pueden existir excepciones a esta regla). Están jerarquizados y
ordenados numéricamente del 1 al 6. Siendo P-1 el de rango inferior
y P-6 el superior. Estos son los puestos que más nos interesan y por
eso le dedicaremos más tiempo.
Para empezar, hay que
decir que los puestos P-1 prácticamente no existen. Se tratan de
posiciones que no requieren experiencia laboral, sólo académica.
Este tipo de vacantes, que parecían convocarse muy de vez en cuando,
quizás en las sedes de Nueva York o Ginebra, están hoy en peligro
de extinción. Tanto es así, que ya no son anunciados en el portal
https://careers.un.org/.
Nos centramos entonces en
los puestos P-2... el sueño de todo profesional con vocación
internacional para cimentar su carrera en la ONU. Son vacantes de
carácter profesional que requieren estudios universitarios, a veces
un master, y al menos dos años de experiencia laboral. Este último
detalle es del que derivan todos nuestros dolores de cabeza...
Si los puestos que no
requieren experiencia laboral son inexistentes, y los que sí quedan
vacantes solicitan experiencia previa... ¿¿¿Cómo puedo conseguir
ese bagaje??? La respuesta puede ser doble: si quieres ser jurista para
un tribunal internacional, tal vez trabajando varios años como
abogado penalista en tu país te llegue a servir. Ahora bien, ¿cómo
conseguir esa misma experiencia si lo tuyo son los derechos humanos o
el fortalecimiento del estado de derecho? No conozco muchas firmas de
abogados que se dediquen a ello...
En fin, en la mayoría de
los casos, la respuesta a la gran pregunta se responde con "PRÁTICAS".
Una vez dentro del
sistema, caben los ascenso a P-3, P-4, etc... A medida que avanzan se
van alejando de la substancia y se van centrando en elementos más
organizativos y directivos de las unidades en las que trabajan. Se
suele decir que los puestos P-5 y P-6 son algo más políticos; esto
es, pueden requerir los auspicios y apoyo del estado al que
pertenezcas. En cualquier caso, los años mínimos de experiencia
laboral exigidos a este punto se alejan del perfil al que trato de
dirigirme: los jóvenes profesionales.
Para completar esta
primera radiografía del esquema laboral de la ONU, nos topamos con
los puestos “D”, D-1, D-2. La "D" nos evocan dirección. Son en
este caso, puestos para expertos con alta connotación política.
Existen otros tipos de
contratos de los que hablaré más detenidamente en próximas
entradas como los Voluntarios de Naciones Unidas o “UNV”, el
programa de Jóvenes Profesionales o “JPO”, o consultores.
Brevemente diré que los
UNV, son trabajadores pagados (aquí la palabra “voluntario” no
casa del todo con nuestro concepto de cooperante). Reciben sueldos
inferiores de aquellos con posición “P”, pero desde luego
suficiente para vivir (cerca o alrededor de los 2.000 USD),
especialmente si están destinado en el terreno. Exigen 2 años de
experiencia laboral previa. Es una buena vía para entrar en el
sistema.
Los JPO, o Junior
Professional Officers, son puestos para jóvenes subvencionados por
sus países de origen. Esto quiere decir que la ONU les da trabajo,
pero su estado les paga. El problema con este mecanismo es que dependes
de si las cuentas de tu país están los suficientemente saneadas
para permitirse el lujo de pagar el sueldo de individuos que no
trabajan directamente para su propia administración. En el caso de España,
acabamos de presenciar como se ha cerrado el grifo de un aluvión de
JPO españoles. La bonanza económica dio muchos, la crisis económica
eliminó a todos.
El YPP, o Young
Professional Programme, es la puerta grande para entrar en la ONU. En
términos estrictos, no requiere experiencia previa. Se trata de un
examen a los que nacionales de ciertos países son convocados cada
cierto número de años. Se parece a unas oposiciones. Tiene varias
fases, es extremadamente competitivo y se puede considerar la lotería
laboral de la ONU. Si lo consigues, te ha tocado el gordo; aunque en
este caso lo que realmente se valora es el mérito del solicitante.
El premio es un contrato de larguísima duración dentro de la organización.
Los consultores o
consultants son expertos en una materia concreta que una agencia,
programa u oficina de una organización internacional u ONG contrata
para un proyecto específico. Concluido el proyecto, se extingue el
contrato. Los hay junior y senior. Requieren cierta experiencia
profesional previa, pero son mucho más flexibles. Hay muchos que
viven encadenando contratos de este tipo, uno tras otro. Pueden
llegar a estar muy bien pagados.
Finalmente quedan los
pasantes o becarios. Hay mucho que decir sobre ellos ya que son la
puerta más habitual para conseguir la ansiada experiencia laboral
requerida. No suelen ser pagados, aunque hay algunas excepciones (en
la Organización Internacional del Trabajo, por ejemplo). No se
consideran personal laboral de la oficina y por tanto no disfrutan de
análogos privilegios. Cómo conseguirlos, cuáles solicitar y en qué países son preguntas prácticas fundamentales para sacarles el
máximo provecho. De todo esto hablaré en entradas futuras.
Este mundo es opaco,
complejo y por ello frustrante en ocasiones. No obstante, es posible
entenderlo y dominarlo para que cada paso que se dé, sea en la
dirección apropiada. Espero que este blog sea de ayuda para ello.
No os perdáis:
No os perdáis:
Hola Manuel, saludos!! Muchas gracias por compartir tan valiosa información. Es uno de mis sueños poder laborar para las Naciones Unidas y esto me acerca a eso que persigo. He trabajao en ONG´s pero no aún en la ONU. Si tienes mas consejos al respecto o sugerencias te las agradezco de antemano. Me encanta tu blog. Nuevamente muchas gracias :)
ResponderEliminarHola Aurora,
Eliminar¡Muchas gracias por tu mensaje! De eso se trata, de que sea útil y que os guste.
Estoy seguro de que has leído el resto de entradas en "consejos para trabajos internacionales", pero ahora estoy preparando una nueva con links de buscadores de trabajo y otros consejos para enfocar las búsqueda de prácticas y empleo.
Saludos y otra vez gracias por tu mensaje.